5 días atrás
-Hola María...
-¿Hola Elliot como estas?
-Bien. Te ves preciosa.
-Gracias.
-Adelante toma asiento... ¿Te quieres
servir algo?
-Claro, una copa de vino está bien.
Elliot... un muy buen tipo. Esencial en mi
plan.
Claro que él sería el único que pude
destruir a la empresa.
-María... tengo una duda
-Dime
-Yo cuando me acerque a
hablarte...fue...fue porque me mirabas.
-Si tienes razón
-Y me lo dices así no más...
-Elliot me atrajiste, te mire y punto.
Solo que tú fuiste y te me acercaste
-¿Un punto a favor?
-Si bastante
Elliot es el único que puede entrar a la
oficina del gerente y poder sacar la única pieza que podría hacer estallar una
oficina entera, hasta un piso o quizás un edificio entero, la esfera de nano-poder
regulable, para insertarla en la bomba, o más bien al cuerpo de una bomba. Especial
para matar y destruir el imperio del cerdo de Rodrigo Tapia.
Luego de una cálida cena con Elliot, me
ofrece ir a dejarme.
-Gracias Elliot
-¿De qué María?
-Por venir a dejarme a mí casa.
-No te preocupes es lo mínimo que un
caballero puede hacer.
Le doy un beso en la boca a Elliot.
Y me retiro.
-Adiós Elliot no vemos mañana.
-A...adiós María que descanses.
Es hora de dormir ya, mañana es un nuevo día
para poder avanzar.
Cierro los ojos y descanso.
[Ding Dong] Suena el timbre de mi casa.
Me levanto, son las 8.30 horas e ingreso a
trabajar a las 10 de la mañana.
-¿Quién será a esta hora?
Abro la puerta, prácticamente bostezando.
-¿Señorita María?
-Sí.
-Estas flores son para usted.
No podía creer, una gran cantidad de
flores me estaban haciendo entrega.
Mi Living quedó lleno de flores, lindas flores...
-Señora María, firme aquí
-Gracias
Busque una tarjeta para saber quién las
enviaba.
-Acá esta la tarjeta, ¿quien habrá sido?
Elliot Aguilera.
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