6 días atrás
-Elliot has visto a la niña de ayer. – le pregunto a mi amigo con
cierta picardía.
-No.
-Ya la veras seguro.
-Ojala, ni siquiera se su nombre. – me dice Elliot en un tono de
derrota.
Me dirijo a buscarla, si estaba en la cafetería de la empresa debe
andar por aquí cerca. Luego de buscarla por un rato la diviso a lo lejos.
-¡Espera! -le grito-.
Ella voltea.
-Dime
-Soy Andrés. ¿Cómo estás?
-Bien, pero ¿te conozco?
-Sí, ósea, solo de vista.
-¿Cómo?
-Es que ayer mi amigo Elliot se te acerco a la hora de almuerzo.
-Ah! Elliot, si es lindo él.
-(Sonrió) Si tú lo dices.
-¿Que paso algo con él?
-No solo quería saber tu nombre
-María.
-Bien, muchas gracias...María
-¿Y tú cómo te llamas?
-Andrés. Lo que se te ofrezca me dices no más.
-Lo tendré en mente.
Se alejó. Y fue como me dijo Elliot. Una mujer bonita, que te
cautiva con solo su aroma a distancia, sus ojos penetrantes, quedas
absolutamente embobado.
-Elliot. Se llama María.
-Co...¿Cómo lo sabes?
-Simple me topé con ella cuando fui al baño
-¿Y le preguntaste así nada más?
-Eh. Si
-Andrés, amigo mío.... Gracias
-Jajajaja, Elliot por ti lo que sea viejo.
Me fui a mi puesto de trabajo, pensando en el encuentro que tuve
con María. Ella era increíblemente bella. Cualquiera podría caer a sus Pies.
Elliot sería un afortunado si lo logra.
Suena mi teléfono, es Elliot.
-¡Aló! Andrés, ¿me escuchas?
-Sí, dime.
-¡Lo logre!
-Qué cosa, tengo una cita mañana con ella, con María
-Excelente Elliot, me lo cuentas todo está bien.
-Si mi perro. Entonces mañana te llamo.
-Ok. Que te vaya increíble.
-Adiós.
Ese Elliot, sí que tiene suerte. Además es muy guapa. No habría
nadie que se le resistiese a esa tal María.
Que me pasa, hablo de ella como si quisiera tenerla para mí.
No puede ser, ella es de Elliot y punto.
Maldita tentación...-Sí, dime.
-¡Lo logre!
-Qué cosa, tengo una cita mañana con ella,
con María
-Excelente Elliot, me lo cuentas todo está
bien.
-Si mi perro. Entonces mañana te llamo.
-Ok. Que te vaya increíble.
-Adiós.
Ese Elliot, sí que tiene suerte. Además es
muy guapa. No habría nadie que se le resistiese a esa tal María.
Que me pasa, hablo de ella como si
quisiera tenerla para mí.
No puede ser, ella es de Elliot y punto.
Maldita tentación...
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